Con el proceso de crecimiento de los hijos llega la adolescencia, un periodo de nuestra vida como padres en que es habitual tener problemas con los hijos. Es una etapa en la que afloran deficiencias o dificultades que durante la infancia habían estado ocultas.
No es extraño que nos sintamos desbordados y que necesitemos ayuda ante los problemas de conducta de nuestros hijos. Los profesionales de la Fundación Alamedillas somos expertos en prestar ayuda ante el absentismo escolar o el abandono escolar, ante problemas causados por el uso o el abuso del alcohol, u otras drogas.
Préstamos ayuda frente al bulliyng, el sexting, el grooming, u otras situaciones de violencia, acoso o abuso a través de las redes sociales. En ocasiones los padres detectamos que existe un problema a través de los trastornos del sueño o de la alimentación, o simplemente porque no nos gustan las malas compañías de nuestros hijos. Nosotros podemos ayudarte.
Esa etapa que, como padres, “nos pilla a pie cambiado”, olvidándonos que también nosotros fuimos un día hijos adolescentes… y en la que necesitamos nuevas herramientas y destrezas para acompañar a quienes desean más autonomía que acompañamiento.
En ese periodo de la adolescencia se consolida la base para un futuro adulto. Nuestros hijos ya no son niños, pero aún no son adultos, y necesitan aprender a relacionarse con el mundo de una nueva forma. Para ello van ensayando diferentes modos de relación y comunicación con sus padres, con sus hermanos, con sus compañeros de estudios y sus profesores, con sus amigos, con los vecinos, etc. En ocasiones aciertan y en otras ocasiones se equivocan.
Los adolescentes necesitan establecer nuevas relaciones de apego con su familia. No nos quieren menos: están aprendiendo a querernos de una forma distinta, dependiendo menos de nosotros, diciendo a veces que no nos necesitan, pero asegurándose de que seguimos ahí, con la mano tendida. Durante la infancia nuestros hijos necesitan “pruebas” de que les queremos y les aceptamos, necesitan reconocimiento; durante la adolescencia van necesitando menos nuestra aprobación y buscan la aceptación y el reconocimiento entre sus iguales.
En este proceso de adquirir mayor autonomía, como las crías de aves que prueban sus alas batiéndolas con fuerza, en ocasiones hieren a quien vive a su alrededor. Y también se hieren a sí mismos.
echo por alejandro
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